Debido a que la radiación solar calienta de forma distinta la superficie de la Tierra, las zonas ecuatoriales son más cálidas que las zonas polares. Esto permite pensar que el aire caliente ecuatorial menos denso se eleva, y que el aire frío polar más denso, desciende y se desplaza al ecuador para sustituir al aire cálido. Es decir, se formaría una circulación superficial de aire frío desde los polos al ecuador que, al calentarse, ascendería circulando hacia los polos, donde al enfriarse, volvería a iniciar el ciclo. Se originarían 2 células convectivas, una en cada hemisferio.
Mira este vídeo:
El
modelo anterior no es real porque sólo
sirve para cuerpos estáticos, en La Tierra debido a la rotación
terrestre (de oeste a este) y a la diferente velocidad tangencial de
las distintas latitudes, todo móvil que se desplace desde el polo
Norte al ecuador, siguiendo un meridiano, sufrirá una desviación a
la derecha.
Este
fenómeno
físico que recibe el nombre de fuerza o efecto de CORIOLIS, influye
en la circulación atmosférica general: en la práctica, se forman
tres células convectivas en cada hemisferio, dos directas en las
zonas polar y ecuatorial, y otra inversa en latitudes medias,
representadas por dos zonas de altas presiones (los polos y sobre
25-30°) y dos de bajas presiones (5°-ecuador y 55°). Como
resultado de este esquema tricelular en cada hemisferio, se produce
una distribución latitudinal de zonas de alta y baja presión:
- Zonas ecuatoriales cálidas de baja presión.
- Zonas subtropicales (alrededor de 30° de latitud) de alta presión.
- Zonas subpolares de baja presión (alrededor de 60° latitud).
- Zonas polares frías de alta presión.
A su vez, esto
produce una alternancia latitudinal de los vientos: los levantes
polares, westerlies o vientos de poniente y alisios.
A
la zona de choque entre los alisios del norte y los alisios del sur
se le llama zona de calmas ecuatoriales o zona de convergencia
intertropical (ZCIT). Esta última
zona no se sitúa exactamente sobre el ecuador, sino que sufre
desplazamientos hacia el norte o hacia el sur principalmente de
carácter estacional o condicionados por los monzones locales.
Como
consecuencia de la inclinación
del eje de rotación de La Tierra, a lo largo de las estaciones, las
células convectivas se desplazan en dirección N-S produciendo las
breves estaciones lluviosas en las zonas subtropicales, la llegada de
aire polar en las zonas templadas, etc..
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